Tiempos de Confinamiento

Con Caja Rural - Seguros RGA y Burgos BH

“El confinamiento” nos ha afectado a todos. Meses de trabajo, de planificación, de sueños, se iban al traste repentinamente. Un golpe duro obliga a mirar hacia adelante. El primer paso: saber adaptarse para asimilarla. Estuvimos charlando con algunos corredores del Caja Rural- Seguros RGA y del Burgos-BH para ver cómo están llenado “su encierro”.

Todos coinciden en lo importante que es la disciplina, ser organizado y establecer una rutina diaria. El plan diario de cada uno es prácticamente el mismo: levantarse, desayunar y entrenar. La base en el rodillo y el resto a base de ejercicios. Luego comer, descansar y a la tarde tiempo para leer, estudiar, video juegos, ver películas o compartir momentos con amigos en las redes.

Los ciclistas del Caja Rural- Seguros RGA, Aritz Bagües, Jon Irisarri, Joel Nicolau, Xavi Cañellas y Carmelo Urbano nos han abierto su “lugar de confinamiento” y sus corazones. Los 5 han estado en casa con sus padres, menos Aritz que ha estado con su novia. Jon Irisarri reconoce que “necesito volver a vivir con normalidad sin la incertidumbre de lo que pueda pasar, no me quito el miedo a poder coger el virus o que lo haga alguien de mi alrededor.”

Carmelo Urbano se acuerda mucho de “esas paradas para tomar un café cuando entrenaba y de los días que podía ir a cenar y charlar con los amigos. No pensaba que podría valorar tanto esos detalles”. También nos habla de la familia y amigos Joel Nicolau quien “llevaba dos meses fuera de mi zona y ahora que tenía planeado estar en casa un tiempo me encuentro con este lío. Estaba muy contento con mi comienzo del año ahora tocará coger otra vez un buen punto de forma”.


¡adiós rodillo!

El ciclismo volverá a su medio natural, la carretera, porque sin contacto con el exterior pierde todo su sentido. Así que, ¿Qué será lo primero que harán el día que termine el confinamiento?

Jon Irisarri espera el momento de salir a cenar con su familia en algún restaurante. Xavi Cañellas también lo tiene claro: “lo primero que haré será levantarme a las 7 de la mañana y salir a hacer un entreno de fondo con la gente que suelo entrenar. Disfrutar y a hacer un montón de kilómetros, eso sí, con esas paradas obligatorias que ahora las valoraré mucho más”.

Aritz Bagües, no quiere ni imaginar el alegrón que le dará soltar la bici del rodillo y sentir que el viento le pega en la cara”. Carmelo Urbano es también de los que sueña con una gran kilometrada, eso sí, no se olvida de esa visita que tanto añora a sus abuelos y hasta de darse el capricho de comer una buena hamburguesa. Lo mismo nos contaba Joel Nicolau, que nos confesaba tener toda una lista con todos los amigos y familiares a los que tiene ganas de ver.

Un común denominador: rutina y disciplina

El “encierro” del Burgos-BH es sido muy similar. Esta temporada era clave para ellos y su gran aspiración era, y es, repetir participación en La Vuelta donde el año pasado con Angel Madrazo conseguían ganar la etapa con final en el Pico del Buitre.

Las rutinas de Oscar Cabedo, Ricardo Vilela, Jesús Ezquerra y Pablo Guerrero son casi fotocopias una de otra y tienen un claro objetivo: estar en la mejor forma posible cuando la carretera vuelva a ser la que ponga a cada uno en su sitio. La espera es larga y cuanto más tiempo pasa va creciendo la lista de cosas que uno va echando de menos.

Otra vez casi unanimidad, todos con las circunstancias asumidas, y esperan volver cuanto antes a entrenar “al otro lado” de la puerta de casa. Un encierro que Jesús y Pablo pasan con sus padres. Así como Oscar, quien además convive con su hermano gemelo David; con sus padres. Ricardo también estaba en casa, pero en Portugal, con su mujer.

Un día normal para ellos, así como para la gran mayoría de personas, se caracteriza por la rutina. Para no perder la forma y poder estar competitivo cuanto antes cuando esto termine.

Ricardo Vilela es el único que está viviendo un confinamiento un poco diferente: “En Portugal de momento hemos estado “mejor” en algunos aspectos que España. Todavía los ciclistas profesionales podemos salir para entrenar, cerca de nuestra residencia. Esto todo en conformidad con el gobierno y la federación”.

La brisa en la cara, pedalear y… un café

La situación aprieta, pero asimilada no ahoga, pese a la necesidad de liberar nuestras alas.

Oscar Cabedo se ha dado cuenta de que “me encantaba mi rutina diaria y no la cambiaría por nada, aunque tener tiempo para estar con mi familia y mi novia es lo que más echo de menos.” Prácticamente lo mismo nos comentaban Ricardo Vilela y Pablo Guerrero. Más profundo se muestra un Jesús Ezquerra quien cree que “igual es un poco egoísta lo que yo echo de menos: un simple café en una terraza y vestido de ciclista”.

Con el rabillo del ojo todos vislumbran ya ese día de regreso a la carretera. Oscar ya se ve en Cantabria para estar con su novia. Jesús Ezquerra lo tiene claro, “pedalearé hasta que las piernas aguanten”. Ricardo Vilela y Pablo Guerrero, también rodarán, pero disfrutar fuera de casa paseando, cenando… con su mujer y pareja respectivamente será algo que no faltará.

Mejorar la condición física en un estado de confinamiento es imposible, incluso mantenerla es una tarea complicada. Superada la adaptación, el objetivo no es otro que volver en cuanto se pueda. Por ello, cualquier esfuerzo y sacrificio merecerá la pena para poder disfrutar otra vez de ese maravilloso mundo que nos espera ahí afuera. El final del puerto está cerca.

Jon, Xavi, Aritz, Carmelo, Joel, Oscar, Jesús, Ricardo y Pablo, eran, son y seguirán siendo ciclistas, y nosotros volveremos a vibrar con ellos. ¡Buena suerte, amigos, y feliz regreso!